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Propiciar actividades introductorias que permitan captar la atención de los estudiantes e incluso motivarlos. Díaz Barriga y Hernández (2002) denominan a éstas, actividades focales, mencionando que deben ser situaciones sorprendentes y que tengan poca relación con los conocimientos de los estudiantes de tal manera que permitan enfocar su atención y como base para posteriores discusiones. Dichas actividades son denominadas también inducciones al tema a bordar.
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Lanzar una serie de preguntas ya sea de manera directa o abierta relacionadas con el tema a abordar, que permitan la participación individual o grupal y la recuperación de los conocimientos superficiales o profundos do los estudiantes, esto permitirá lo que los autores antes mencionados denominan discusión guiada. Mediante la cual se puede llevar a los estudiantes a desarrollar y compartir información previa con el resto del grupo a través un diálogo informal que permita al final realizar una conclusión que recupere los puntos más importantes del tema.
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Recuperar las ideas que los estudiantes tienen sobre el tema mediante la aplicación de la técnica didáctica denomina lluvia de ideas. Para ello, se presenta el tema a abordar y se pide la participación de los estudiantes, misma que se va rescatando de manera escrita en el pizarrón para que posteriormente sea retomada y reorganizada por el profesor para que sirvan de base para iniciar el tema.

